Se trata de la enfermedad que se llevó a Eva, en enero de 2011, como 50 niños / año en Francia. Los tumores del tronco encefálico son tumores del sistema nervioso central que pertenecen a la familia de los gliomas. Esta región del cerebro que se encuentra por encima de la médula espinal es responsable de muchas funciones vitales, como la visión, el equilibrio, la fuerza, el reflejo faríngeo, la tos y la deglución. El tumor, dependiendo de su tamaño y ubicación, puede afectar una o más de estas funciones.
Los tumores ubicados en el puente afectan los nervios craneales. Luego, causan síntomas relacionados con los nervios que gobiernan los músculos del ojo y la cara o involucrados en la ingestión. Concretamente esto puede resultar en estrabismo, visión doble, incapacidad para cerrar los párpados por completo, dificultad para masticar o tragar ... El tumor también afecta los "pasajes largos" del cerebro, lo que implica debilidad en los brazos o piernas. Piernas, dificultad hablando, caminando. En muchos casos, los síntomas empeoran a medida que el tumor crece rápidamente.
Los tumores que surgen en el pedúnculo suelen afectar los nervios que controlan los músculos del ojo. También bloquean el flujo de líquido cefalorraquídeo y aumentan la presión intracraneal, lo que provoca frecuentes dolores de cabeza y vómitos.
Los tumores que afectan al bulbo generalmente causan problemas para tragar y debilitan los brazos y las piernas. Los signos que presenta el niño pueden ser difusos y progresivos: una tortícolis arrastrada, dolores de cabeza, dolor en la parte baja de la cabeza y el cuello, problemas para caminar, equilibrio, parálisis de la cara, del ojo cuando los nervios craneales están afectados.
En Francia, a los niños con tumores del tronco encefálico se les ofrece tratamiento paliativo (radioterapia) y posiblemente una biopsia (para investigación científica) o participan en un ensayo clínico , como actualmente BIOMEDE. Desafortunadamente, durante los últimos 40 años, ninguno de ellos ha mejorado las expectativas de recuperación.
En el extranjero, se están investigando determinadas vías, que en ocasiones permiten una mejora notable en la esperanza de supervivencia: intervenciones quirúrgicas dirigidas, inmunoterapia, etc.
La mejora de los recursos dedicados a la investigación oncopediatría pediátrica asociada con una colaboración reforzada entre equipos internacionales podría mejorar la supervivencia de los niños con cánceres que ahora son incurables en los niños.