Es el cáncer de tejidos blandos más común en los niños, con una incidencia máxima entre las edades de 2 y 5 años. Los rabdomiosarcomas afectan más a los niños que a las niñas y ocurren con mayor frecuencia en la cabeza y el cuello, más raramente en la región genitourinaria o en las extremidades, pero pueden afectar a todas las partes del cuerpo. Los resultados terapéuticos siguen siendo insuficientes, con posibilidades de supervivencia muy desiguales, en promedio 65%.