El neuroblastoma es la neoplasia maligna sólida extracerebral más común en niños pequeños. Este tumor se caracteriza por una variabilidad clínica y progresiva extrema, que va desde la regresión espontánea sin tratamiento hasta una progresión rápidamente fatal. Los neuroblastomas se pueden dividir en 3 entidades: tumores neonatales, cuyo pronóstico es muy favorable, tumores localizados cuyo tratamiento es fundamentalmente quirúrgico tras una posible quimioterapia de reducción tumoral; finalmente, los tumores metastásicos, en particular en la médula ósea y el esqueleto, cuya tasa de supervivencia se ha estancado en un 30%.